Mi historia entre sus dedos.

Ella volvió a creer en el amor. Se dio cuenta de que nunca dejo de existir, simplemente hay veces que se apaga, así, de repente, sin más.
Y lo único que tienes que hacer es aceptarlo y esperar porque en cualquier momento puede aparecer por la puerta de tu casa.

Mientras me comía mi bocadillo de lomo con queso mi móvil comenzó a sonar. Un mensaje recibido. ¡Era él! Sí ese chico al que ultimamente no podía dejar de mirar.
- Estoy en la puerta de tu casa, sal un rato...-Mi corazón iba a mi por hora, me puse la primera chaqueta que pillé y salí a la calle.
Ahí esta él montado en su coche y con la música a tope.
- Un día de estos te vas a quedar sordo.-Le dije con una de mis mejores sonrisas.
- Me gustan esas calzas y ese jersey de rayas que llevas.-¡No me había dado cuenta de cambiarme de ropa! Si en ese momento me hubieran puesto un tomate al lado os puedo asegurar que yo estaba mucho más roja.
Lo mire con vergüenza y el rompió el hielo con un beso.

______________________________Ahí comenzó todo.